Los circos tradicionales tienen payasos, lentejuelas y muchos actos de acrobacia. Algunos son realmente espectaculares, como los contorsionistas y los valientes que caminan en la cuerda floja. Otros son tristes, como los trucos con animales.
No es natural que los osos anden en bicicleta, que los elefantes se paren de cabeza o que los tigres salten a través de un aro en llamas. La única razón por la que lo hacen, es porque los domadores usan látigos, ganchos y picanas eléctricas para forzarlos a ejecutar actos estresantes y que les causan miedo.
Cuando no están en la arena, los elefantes son encadenados sin poder dar dos pasos en ninguna dirección. Los osos, los leones y los tigres se “guardan” en jaulas tan chicas, que apenas pueden darse vuelta. Todo esto afecta verdaderamente su estabilidad emocional y su salud, pues son animales que viven tristes lejos de su hábitat natural. ¿Usted cree que los animales de circo nacieron para llevar este tipo de vida?
Ayudemos pues a evitar esta explotación absurda y no asistamos a los circos que utilizan animales en sus actos o como la atracción principal.
PETA Personas por Ética en el Trato de los Animales.